Celeste GhianoArgentina. Past-President of ReLAC Los pasados 4 al 8 de mayo de 2024, varios colegas de la comunidad hemos tenido la maravillosa oportunidad de experimentar otra forma de aprender e intercambiar sobre las capacidades en evaluación pero también sobre las capacidades de aplicación de esos conocimientos en el territorio, y adaptados a las necesidades y contextos. Iniciamos los días 4 y 5 reuniéndonos entre ritos y ceremonias, con la Comunidad Sitansik Wolastoqiyik (St. Mary’s) First Nation, para compartirnos muy generosamente su “modo de ser y estar en el mundo”. Nunca dejo de sorprenderme sobre la cantidad de modos en que aun podemos entender y entonces transformar los procesos evaluativos para que sean realmente legítimos y útiles para las comunidades en las que queremos contribuir a transformar. El recorrido inició con una verdadera inmersión en la perspectiva de esta comunidad a través de la participación en una Sweat Lodge, que con otros nombres también se realiza en otras comunidades de diferentes latitudes del mundo (en Latinoamérica la llamamos Temazcal). Limpiar (el espíritu, la mente, el cuerpo), sanar, reconciliar, pedir, perdonar, y ser conscientes de todas nuestras relaciones (no solo con seres humanos, sino con la naturaleza, otros seres, etc). Continuamos con ceremonias donde el fuego siempre estuvo presente, así como el agua, en el marco del Rio Saint John – originalmente río Wolastoq- para recordarnos que “todos estamos conectados”, como las arterias y las venas. Tuvimos la posibilidad de utilizar todos los sentidos, si, también nuestras manos elaborando tambores, como los instrumentos que nos conectan con nuestros ancestros y llaman a los espíritus para acompañarnos. Sin importar cuáles eran nuestras diferentes – pero allí conectadas- creencias. También vivimos en carne propia el marchar, en el marco del Red Day Dress, un recordatorio y reclamo por las vidas perdidas de mujeres indígenas luchadoras. Es indescriptible la fuerza que allí se sentía, lo más parecido a una madre dando a luz, y la compañía de todas esas mujeres que aún están muy presentes. Con todas estas experiencias en la piel, en la mente, en el corazón comenzamos a transitar la Conferencia de la Sociedad Canadiense de Evaluación, no casualmente este año llamada “Renewal and Confluence: Navigating the future of Evaluation” . Un grupo de unas 30 personas pudimos asistir, intercambiar, dialogar y también confrontar algunas perspectivas tradicionales de evaluación, ofreciendo una mirada culturalmente responsiva desde las propuestas de los pueblos ancestrales pero también desde la protección contra la todavía persistente discriminación por raza y etnia, en un increíble evento con unas 500 personas de diferentes latitudes y pertenencias. Cerramos la semana produciendo nuestra Declaración para una Evaluación Indígena sentida y útil, entendiendo que nuestro propio proceso evaluativo es una ofrenda. Soy una promotora muy insistente sobre la necesidad de cambiar los modos en que transmitimos los conocimientos y experiencias. Hemos sido pioneros en la Conferencia ReLAC 2022 realizando rituales para ofrecer y compartir los saberes en el campo de la evaluación, buscando generar consciencia sobre la legitimidad y uso de nuestras evaluaciones. Lo hemos comprobado también en el intercambio en la Conferencia AfrEA 2024 (vinculando saberes entre Latinoamérica y África). Regreso de Canadá con la convicción de que aprendemos con los sentidos. Los míos regresan completos y listos para seguir transmitiendo de este modo para crecer colectiva y solidariamente, con la seguridad de que, así, seguimos todos conectados… NOTA: Especiales gracias a nuestros guías Fiona Cram y Serge Eric Yakeu-Dijam y nuestra anfitriona Andraealisa Belzer por la oportunidad.
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